En su magnífico ensayo El coleccionista apasionado (Barcelona:
Anagrama, 2013), Philip Blom siente la necesidad de justificarse en una nota:
Vacilo a la hora de citar a Benjamin y lo hago sólo tras vencer recelos considerables; son tantos los académicos modernos que han considerado necesario ejercer de caníbales de sus escritos en pos de la teoría posmodernista y una jerga interesante, que debería dictarse una moratoria para las citas de Walter Benjamin. Sin embargo, no puede negarse que es uno de los comentaristas más sensibles y perspicaces de esta pasión, y no dejarlo hablar sería una grosera omisión (p. 333).
Comparto los recelos expresados
por Blom y me veo en la necesidad de justificar mi interés por ahondar en la
relación entre Walter Benjamin y la infancia. Si dirijo mi atención a la obra
de este filósofo alemán, no se debe a la necesidad de hallar bases
filosóficas que legitimen mis ideas sobre lo que es, o debe ser, la literatura
infantil ni tampoco a la pretensión crear un canon alternativo de libros
infantiles.
Cuando
oriento mis lecturas hacia el pasado, me interesa reparar en direcciones no
transitadas, espacios abandonados, casos excepcionales y proyectos que asumieron
una actitud crítica frente al estado de cosas, ofreciendo así una respuesta
propia a qué hacer, por qué hacerlo y cómo hacerlo.
Walter Benjamin no sólo fue un
gran coleccionista y teórico del acto de coleccionar, sino que incluso sus
escritos pueden interpretarse como una colección orgánica: un conjunto
heteróclito de apuntes, intuiciones, reflexiones, iluminaciones… que suponen criterios de
selección y ordenación propios, que unifica objetos extraños entre sí en un
todo, que se constituye como una imagen del mundo, de su propietario y de la
relación entre éste y aquel. Una colección que quedó irremediablemente
incompleta.
Walter Benjamin escribió para la
radio programas destinados al público infantil. Los temas que aborda son de por
sí muy sugerentes y reflejan su espíritu coleccionador: “La caída de
Pompeya y Herculano”, “El terremoto de Lisboa”, “La Bastilla, antigua cárcel del Estado Francés”, “Kaspar Hauser”, “Los Bootleggers.
Contrabandistas de alcohol en Estados Unidos”, “Falsificación de estampillas”,
“El incendio del teatro en Cantón”, “Historias verdaderas de perros", entre otros. Esta
colección de relatos, anécdotas, citas, voces… constituyen un apasionante punto
de partida para reflexionar sobre nuestra mirada adulta que se dirige a la
infancia y la mirada infantil que se nutre de nuevas experiencias gracias al
narrador adulto.
Retomamos nuestros Seminario Narrar la infancia, narrar desde la infancia
centrándonos en la figura de Walter Benjamin. Estás invitados.
Martes 22 y 29 de septiembre, 6 y
13 de octubre
18:00 a 21:00
en c/ Amnistía (Metro Opera),
Madrid.
Precio: 120€.
Información e inscripciones:
gustavopuerta@gmail.com