domingo, 13 de noviembre de 2016

Postales para Oblit. 6. Ningún beso para mamá



Ningún beso para mamá de Tomi Ungerer. Barcelona: Lumen, 1979

Querida Oblit:
De niño este libro me impactó. Su protagonista, un gato malote y desafiante, producía en mí sentimientos antagónicos: era el tipo de personas que en la vida real me caían fatal, y no porque yo fuera un buenista ni porque su comportamiento me escandalizara especialmente. Sin embargo, esta novelita me atraía. Quería comprender por qué este matón de clase actuaba así. Volvía a su historia e incluso recuerdo haber discutido largo y tendido sobre él con amigos del colegio.
Entonces no conocía la polémica que envolvió la publicación del libro ni la condena que cayó sobre su autor: Tomi Ungerer. Condena que, dicho sea de paso, hoy lo eleva a una posición de héroe romántico entre aquellos tan necesitados de figuras marginales que adorar.
Sigo leyéndole Ningún beso para mamá a niños, maestros, padres e ilustradores… Para mí sigue siendo un libro incómodo. Que requiere pensarlo y discutirlo. Que confronta las imágenes bien intencionadas de la infancia y nos devuelve un reflejo de nosotros mismos que a menudo no queremos ver.


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